La ciudad de Murcia (440.000 habitantes) vive movilizada desde los primeros días de septiembre por las protestas de miles de vecinos y vecinas, que se han echado a la calles para reclamar el soterramiento del actual trazado ferroviario para la llegada del AVE. Una reivindicación que se remonta a comienzos de los años 90, cuando aún el proyecto de la Alta Velocidad no estaba sobre la mesa, ya que las vías del tren parten a la ciudad en dos al contar con una estación de ferrocarril ubicada en el barrio de El Carmen desde mediados del siglo XIX. Esta situación ha provocado molestias y una desigualdad palpable en recursos, infraestructuras y movilidad de quienes viven en los barrios y pedanías del sur del casco urbano frente el resto de la ciudad. Y unas demandas que no han respuestas o se han incumplido los acuerdos y compromisos suscritos por las administraciones públicas.

Quien está detrás de la convocatoria de las movilizaciones es un variopinto y amplio grupo vecinal de los barrios más directamente afectados por la ubicación de la estación de El Carmen, y, por tanto, de las vías. Un colectivo agrupado en la Plataforma Pro Soterramiento desde finales de los años 80, junto a las asociaciones de vecinos, y que desde los años 90 es interlocutora ante los gobiernos de España, regional y local, con exigencia del soterramiento del trazado ferroviario. Casi siempre ha contado con el apoyo de colectivos vecinales, sociales y políticos, así como de la ciudadanía de la capital.

Una de las muchas protestas que desde hace años protagoniza la Plataforma. Entre sus miembros, el consiliario de la HOAC ya fallecido, Pepe Tornel, a la izquierda de la pancarta con sombrero y bufanda roja, junto a sus hermanas Carmina y Loli. / Foto: NACHO GARCÍA

Participación ciudadana

La lucha de la Plataforma Pro Soterramiento es un ejemplo palpable de la participación ciudadana y la militancia social y política, pues a lo largo de casi tres décadas ha mantenido viva la llama de una reivindicación histórica en favor de la dignidad de la gente de los barrios del sur de la ciudad. Una dignidad que trasciende a esa zona concreta, ya que la brecha que suponen las vías alcanza al conjunto del municipio. Una Plataforma que ha agrupado a lo largo de los años jóvenes y mayores, hombres y mujeres, de toda condición social, sin adscripción política partidaria (pese a las acusaciones que les llueven en los momentos más álgidos de las protestas) y que ha sido igual de reivindicativa frente a gobiernos del PSOE y del PP. Una Plataforma en la que no podemos olvidar el trabajo del quien fuera consiliario de la HOAC, Pepe Tornel, testigo y llama que mantienen sus hermanas Carmina y Loli, así como su portavoz Joaquín Contreras y decenas de activistas que semanalmente se concentra cada martes, con espíritu militante, en el paso a nivel del barrio de Santiago el Mayor.

Este movimiento vecinal siempre se ha caracterizado por su carácter asambleario, pacífico y apartidista

Además del carácter asambleario de su forma de trabajo (siempre las decisiones se acuerdan de manera abierta en asambleas ciudadanas), otro de los rasgos de su lucha es que ésta es pacífica y buscando siempre el mayor consenso social y político posible. Eso sí, manteniendo el orgullo y la dignidad de quien considera de justicia resolver un problema histórico, y rechazando los escasos actos violentos de algunas convocatorias, magnificados por los detractores del trabajo y exigencia de la Plataforma. Y, pese a quien pese, siempre con el objetivo de conseguir un soterramiento integral del trazado ferroviario en Murcia, que permita desarrollar una ciudad sin desigualdades, con dignidad, y en la que la movilidad sostenible sea una verdadera realidad.

Protesta en las vías / GUILLERMO CARRIÓN

El detonante de las protestas que se vienen repitiendo a diario en las últimas semanas ha sido la instalación de un muro, mediante vallas a modo de pantallas, para aislar la zona de obras en la que se va a instalar la catenaria y una playa de vías en superficie que permitan la llegada del AVE en los próximos meses a la capital. La instalación de ese muro supondría la supresión de los actuales dos pasos a nivel más próximos a la estación, y el aislamiento y consiguientes molestias a miles de vecinos que se desplazan a diario de una parte a otra de la ciudad. Amén de que ese muro queda pegado a escasos metros de viviendas y centros educativos. Y todo para que el AVE sea una realidad y los gobernantes del PP puedan presentarlo como ‘logro’ con fines puramente electorales.

Exigencia de respuestas

Las protestas arrancaron durante los primeros días de septiembre con una acampada junto a las vías y el muro instalado para la llegada en superficie del AVE. Un muro que representa el incumplimiento palpable del Protocolo suscrito en 2006 entre el Gobierno de España, que constituyó la sociedad Murcia Alta Velocidad entre el Ministerio de Fomento (incluyendo a ADIF), el Gobierno regional y ayuntamiento de Murcia. El objetivo fundamental era la financiación de la integración del pasillo urbano ferroviario y la permeabilización de unos nueve kilómetros, que incluía tramos ferroviarios soterrados, en rampa y trinchera, el soterramiento de la estación de El Carmen y la supresión de todos los pasos a nivel entre ambos puntos.

Pequeños y mayores se han sumado a las movilizaciones. / NACHO GARCÍA

Con la excusa de la llegada de la crisis y los recortes en inversiones, el actual Gobierno de España licitó un proyecto de obras que sólo suprimía el paso a nivel de Santiago el Mayor mediante el soterramiento, dejaba otro con un paso elevado (no previsto inicialmente y que no sería de utilidad al finalizar las obras de soterramiento), reducía el tramo soterrado a unos quinientos metros y comenzaba las obras en las cercanías en un lugar que no era el previsto. Las movilizaciones del año 2015 consiguieron arrancar el compromiso del Gobierno de retomar de nuevo el Protocolo de 2006, pero defendiendo a capa y espada la llegada del AVE en superficie a la estación de El Carmen y no contemplar otras opciones que presenta la Plataforma, como la llegada provisional a la estación de Beniel (a unos 20 kilómetros de Murcia) mientras duran las obras del soterramiento y la conexión con la estación mediante unos trenes híbridos que no obligarían a instalar el muro.

Las movilizaciones tienen previsto continuar hasta que las administraciones ofrezcan una respuesta favorable a las reivindicaciones de la Plataforma. Y mientras tanto, cada día, cientos de personas siguen reclamando en las calles por la dignidad de los barrios, con diferentes iniciativas y protagonizando un acontecimiento histórico que marcará, seguro, la vida de las generaciones futuras del municipio de Murcia. El objetivo: acabar con la brecha que divide. Como sucedió en Elche, Córdoba, Cádiz…


Este artículo se publicó en el número de Octubre de 2017 de la revista Noticias Obreras, editada por la HOAC.
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