Mis lecturas
Apasionado desde niño a la lectura, el primer libro del que tengo constancia en mi haber es Lo que aprendí en la vida, un diminuto libro publicado en dos volúmenes de la Editorial ZYX, de la que mi padre era distribuidor en Ibi (Alicante). Una editorial que publicó, sin saber muchas veces cómo, libros que agrietaban las férreas estructuras culturales del franquismo. A la sazón se trataba de una autobiografía de Ángel Pestaña, un anarcosindicalista cuyo relato en primera persona de su agitada vida me causó una gran conmoción en ese adolescente que crecía a comienzos de los 70 del pasado siglo en medio de la madurez de un país oscuro y en un ambiente familiar politizado.
Cayeron en mis manos otros pequeños ejemplares de esa editorial y poco a poco me fui sumergiendo en los tebeos del Capitán Trueno, el Jabato, Pulgarcito, Mortadelo y Filemón, Carpanta, Pepe Gotera y Otilio… hasta llegar a los primeros de la literatura. Desde entonces no he parado, y aquí podrás encontrar algunas reseñas de esos libros en los que nado, especialmente aquellos de la novela negra contemporánea y demás.

Maravillosa precariedad
Las maravillas (Anagrama, 2020) de Elena Medel, joven poeta y escritora cordobesa afincada en Madrid, recoge el testigo de la literatura social y comprometida de la talla de Rafael Chirbes, Belén Gopegui o Marta Sanz, autoras en las que se siente reflejada.

La verdad oscura…
El hijo del chófer es un excelente libro de Jordi Amat para contar la verdad oscura que el poder esconde para perpetuarse, sobre la vida de Alfons Quintà.

Melancolía
La melancolía tiene que ver con la conciencia del transcurso del tiempo y el carácter transitorio de la vida, que nos hace volver la mirada y ver lo que ha quedado atrás.