El compromiso social, el compromiso político, es una opción para toda la vida. Para los momentos felices, pero sobre todo para aquellos amargos, marcados por la represión, la violencia, la desesperanza, la persecución… Hoy he vivido en Yecla, en mi pueblo, un sentido homenaje a Pascual Azorín Disla, Pascualico, presidente de honor del PSOE local, con la entrega por parte de su familia de su archivo personal, recopilado a lo largo de sus 96 años de vida, y cinco meses después de su fallecimiento.

El testimonio de militantes socialistas como Pascualico, junto a muchos otros comunistas, anarquistas… es la semilla que nos mantiene vivos, en estado de alerta permanente contra las injusticias. Pablo Iglesias lo dijo muy certeramente allá por el año 1917, un año antes de que naciera Pascual: «Los socialistas no mueren: los socialistas se siembran». ¿Cómo no vamos a seguir su ejemplo si ellos lo dieron lo todo en un contexto mucho más complicado que el nuestro? ¿Cómo podemos caer en la desesperanza? No les haríamos justicia, y de nada valdrían actos como el vivido en Yecla, en la centenaria agrupación socialista a la que tanta vida, tanta entrega, tanta ilusión, tanto esfuerzo… ha dedicado durante toda una vida.

En la imagen, el archivo de Pascual Azorín, entregado a la Agrupación Socialista de Yecla.

En la imagen, el archivo de Pascual Azorín, entregado a la Agrupación Socialista de Yecla.

Los y las militantes antifranquistas no pueden caer en el olvido. No es justo. Es hora de reivindicar la memoria de decenas y centenares de mujeres y hombres que despertaron a la conciencia social en Yecla, en la Región de Murcia, a través de las sociedades obreras, germen de las agrupaciones socialistas y de la Unión General de Trabajadores (UGT). Que se unieron, sí, se unieron, porque sólo unidos somos más fuerte que el adversario, que no es otro, que la incultura, la injusticia, la sinrazón, la ley del más fuerte…

El historiador Aniceto López Serrano, que fue mi tutor en 8º de EGB allá por el año 1977, nos hacía esa llamada a reivindicar la memoria de nuestra gente, de aquellos que iniciaron la senda del compromiso sindical y político a finales del siglo XIX y la impulsaron en los años previos a la Guerra Civil, en el libro publicado en 2010, “Los socialistas en la política de la Región de Murcia”. Nosotros no acabamos de llegar a la política. Nosotros formamos parte de la historia centenaria de un partido que se ha dejado la piel por cambiar la sociedad, por cambiar nuestra tierra, por cambiar nuestros pueblos y ciudades.   

Y Pascual Azorín Disla, Pascualico, forma parte de una larga lista de mujeres y hombres, de yeclanos y de yeclanas, que han demostrado su valentía, su orgullo, su madurez personal y política por encima de las circunstancias. José Pérez, Juan Roses, Salvador Muñoz Bañón, Juan Puche, Rafael Ortuño, Sebastián Pérez Lorenzo, Concepción Ferri… Aquellos que constituyeron la Sociedad de Obreros del Ramo de la Edificación, en junio de 1914, y tres meses más tarde la Sociedad de Obreros Agrícolas, el germen de la Agrupación Socialista de Yecla.

No sucumbieron a los cantos de sirena de las dificultades, ni callaron cuando se les obligaba a ello. Mantuvieron su mirada frente a las adversidades, las injusticias, la explotación laboral… frente a la ignominia del fascismo, del franquismo… y conservaron la llama de los ideales de emancipación para transmitirlos a las nuevas generaciones de socialistas que aún creemos en la urgencia del compromiso político en un Partido Socialista renovado, un Partido Socialista que recoja las aspiraciones de la gente sencilla, de la ciudadanía… para transformar nuestro país, para cambiar esta Región saqueada por la derecha en estos últimos casi veinte años, y por supuesto, para liderar el cambio también en mi pueblo.       

El acto vivido junto a su familia es el mejor homenaje que podemos brindarle a Pascual, que ha conservado el archivo de la vida de centenares de mujeres y hombres que defendieron sus ideales de la mano de la historia y del compromiso de un Partido Socialista Obrero español más necesario que nunca.

En diciembre de 2010 el PSRM lo homenajeó en el Teatro Cervantes de Abarán junto a otros destacados militantes de diferentes lugares de la Región. Él no pudo estar, pero su mirada y su recuerdo brilló con luz propia. Días después le entregué personalmente un recuerdo que le iba a ser entregado en esa conmemoración. Hoy sábado, cinco meses después de que nos dejara tras 96 años de intensa vida, lo recordamos y nos unimos a su mujer, a sus hijas e hijo… al resto de su familia, y sobre todo, a toda la familia socialista yeclana, como reconocimiento de su legado y recogiendo el testigo para mantener viva la llama de la militancia y el compromiso, que no olvidemos, es para toda la vida. “Los socialistas no mueren. Los socialistas se siembran”.