El perfil de Garre me recuerda al de personas como mi padre o mi suegro, que pese a no coincidir ideolĂłgicamente, forman parte de una generaciĂłn en la que la palabra dada valĂa más que estampar una firma ante notario. La palabra nos define, nos identifica, nos retrata. Forma parte de nuestro ser. Por eso, quien no tiene palabra no vale nada. Es una marioneta que se mueve a su antojo, una birlocha que se agita en el cielo o alguien que baila al son que le tocan. Tampoco quiero creer que las motivaciones que le han llevado a ese distanciamiento con su partido y sus dirigentes sean las del resentimiento o la inquina. Porque entonces dirĂa muy poco de Ă©l. No tiene ese perfil, no fue eso lo que demostrĂł con su quehacer como presidente. Más bien lo contrario, honrĂł el cargo con su compromiso y su palabra, esa que se acompaña de la firma con tu nombre, que es tuyo, y tus apellidos, que son de quienes te educaron y dijeron lo que está bien y lo que está mal. Faltar a la palabra es decir sobre el valor de una firma.
Lamentablemente, en las organizaciones polĂticas predomina la sumisiĂłn a quienes las lideran por diversas y variopintas razones. En unos casos, por esperar algo a cambio, ya sea un cargo pĂşblico o un simple reconocimiento social, o porque la sensaciĂłn de seguridad o tranquilidad es un rasgo muy humano que en ocasiones es suficiente para no defender los criterios propios. Si me apuran, estas caracterĂsticas son propias de cualquier organizaciĂłn, y nuestra inmadurez a la hora de tomar decisiones en diferentes niveles conduce, desgraciadamente, a que hoy en dĂa tengamos unas cotas muy bajas de implicaciĂłn social y ciudadana en los asuntos pĂşblicos.
No quiero creer que en partidos polĂticos como el PP que nos ocupa no haya nadie que alce su voz ante la realidad. Tanto la nacional como la más cercana, la regional y local. ÂżNadie ha visto nada estos años? ÂżNadie ha sido testigo del enriquecimiento de unos pocos? ÂżDe la vulneraciĂłn de la ley? ÂżDe la corrupciĂłn polĂtica y econĂłmica? ÂżDel fracaso de proyectos como los de un aeropuerto sin aviones, de auditorios sin terminar, de Paramount y demás, de proyectos urbanĂsticos para el enriquecimiento fácil…? ÂżTal es el nivel de complicidad que nadie ha sido capaz de alzar la voz? ÂżTal es el grado de sumisiĂłn y entrega ciega al lĂder que se justifica todo, se mira para otro lado y se soporta todo?
No concibo que esto pueda ser asĂ. Me resisto a creer que no haya personas que se rebelen ante todo ello. No les creo capaces de aceptar que sĂłlo haya un camino para esa visiĂłn de la polĂtica: la de la impunidad cĂłmplice. ÂżHasta cuándo hay que esperar?