Justina Jiménez, ejemplo de sencillez en el compromiso de toda una vida

Justina Jiménez, ejemplo de sencillez en el compromiso de toda una vida

Justina Jiménez Salcedo falleció en la madrugada del pasado martes, 18 de octubre de 2022, en el Hospital Morales Meseguer de Murcia. No murió sola. Se entregó en los brazos del Padre-Madre Dios tras una vida intensa, en compañía de sus hermanas Juani y María. El resto de su familia, amigas, compañeras y compañeros de mil de batallas en la fábrica, el barrio, la librería Demos, en la HOAC… hemos estado junto a ella con la fuerza y energía del Espíritu que a lo largo de su vida le ha derramado y llenado de dones y gracia.

Nacida en la pedanía caravaqueña de Cañada de la Cruz en el año 1951, a los pocos años llegó junto a sus padres y hermanos a Molina de Segura, polo de atracción de centenares de personas en busca de un empleo en las fábricas de la conserva y sus industrias auxiliares. En una de esas empresas, Emursa, dedicada a la fabricación de envases metálicos, recaló Justina muy joven, donde empezó a vivir sus primeras experiencias de compromiso sindical para la mejora de las condiciones de trabajo de sus empleadas, especialmente mujeres.

De la fábrica a la Demos

Allí conoció a la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y a la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y su compromiso como enlace sindical dio paso, posteriormente, a implicarse directamente en el impulso de la Librería Demos de Molina de Segura, una de las tres que se crearon en la Región (además de la de Murcia y la de Yecla), de manos de la Editorial ZYX y con militantes hoacistas.

Gracias al centro de adultos de la Escuela Equipo consiguió el Graduado Escolar. Le movía implicarse en la difusión de la lectura como instrumento de la promoción del pueblo, en unos años donde la cultura dominante venía marcada por el franquismo y la represión social, política y sindical. Una implicación en favor de la cultura obrera que le llevó durante varias décadas a estar en el mostrador, la trastienda, los expositores de libros y, sobre todo, con la sonrisa, la acogida y la palabra amable a cualquiera que traspasase la puerta de la tienda en busca de algún texto o juego educativo que precisase.

Opción por las mujeres

Su compromiso también le llevó al barrio de San José Obrero de Alcantarilla, donde vivió unos años trabajando en favor de la promoción de las mujeres gitanas. Esas que en su funeral declararon que gracias a ella habían llegado a ser hoy lo que son, y que ofrecieron una corona de flores como recuerdo de “Tus gitanicas de La Puebla”. Su humilde vivienda acabó siendo una ludoteca.

En la Eucaristía de despedida en la Parroquia de la Sagrada Familia, presidida por su gran amigo, el sacerdote y consiliario Joaquín Sánchez, la familia hoacista de su Equipo Trinidad (que le ha acompañado en los últimos veinte años) le dedicó unas palabras que trataron de resumir quién ha sido Justi para todas y cada una de las personas que acudieron la tarde del miércoles 19 a su despedida entre lágrimas, risas y, sobre todo, a sumarse en agradecimiento y homenaje por su vida.


Algunas imágenes de la vida de Justi en la HOAC: 1. En un Día de la HOAC, junto a Eulalia (ya en manos del Padre) y Carmen Álvarez | 2. Durante una Asamblea Diocesana (al fondo, Pepe Tornel) | 3. En su casa, junto a sus compañeros y compañeras de su equipo Trinidad. 4. En la Librería Demos, en el año 2011, durante una visita de la presidenta de la HOAC, Pino, junto a Irene Torregrosa y Consuelito.


Humildad y generosidad

En primer lugar, destacaron que, seguro que estaba muy contenta por reunir a tantas personas, pero, a la vez, estaría abrumada por ser ella el centro de atención de este encuentro. Ella nunca ha querido llamar la atención y sobresalir a lo largo de su vida. Pero dejemos que sean una serie de rasgos que la definen el mejor homenaje que podamos ofrecer de esta militante obrera cristiana, que tanto ha querido a la HOAC y que, en acción de gracias, lo ha dado todo a lo largo de su vida.

Justi es humildad. En la sencillez y en la atención a los detalles, Desde sus regalos a la atención a lo pequeño. A sus plantas. A su patio cuidado con esmero y con la ayuda de su cuñado Paco.

Justi es generosidad. De su tiempo, de su dinero, de su entrega a los demás, especialmente a las personas más sencillas.

Justi es compromiso. En el cuidado a sus hermanos pequeños, especialmente Ventura y Juani. En la fábrica, junto a sus compañeras Alicia, Mariana, Maruja, Antoñica, Asunción, Antonia, Mari Cruz, Marisol y Julia, entre muchas otras. En los barrios de San José Obrero, en Alcantarilla, y Fátima, en Molina de Segura. En la cultura, a través la Librería Demos.

Justi es esperanza. En sus largos años de enfermedad no ha habido quejas. Ha dado gracias a Dios cuando se despertaba cada día, como nos ha recordado su entrañable amiga Elena.

Justina Jiménez, tras el mostrador de la Librería Demos, en Molina de Segura.
Rebeldía y felicidad

Justi es humanidad y acogida. Con su mirada lúcida y brillante, en esa cercanía y pasión por la familia a la que siempre ha querido reunir junto a sus hermanas María y Juani, con su hermano Ventura que falleció prematuramente hace unos años, con sus cuñados Paco, Fernando y Toñi, sus sobrinos, sus padres, su perro Jacky…

Justi es rebeldía. Nada de lo humano le ha sido ajeno. Tuvo claro desde siempre que era hija de la clase obrera y a ella se debía. Era crítica, observadora y rebelde. En realidad, siempre se ha rebelado contra cualquier poder establecido y lo ha hecho siguiendo el modelo de quien ha sido guía en toda su vida: Jesús de Nazaret.

Justi es felicidad. La que ha trasmitido a lo largo de su vida y que en la tarde de su despedida disfruta por estar reunidos en su recuerdo, atribulada por tanta expectación, contenta por celebrar la vida. Orgullosa de formar parte de la gran familia de la HOAC y colocarse junto al Padre-Madre Dios en la compañía de Eulalia, Tere Contreras, Pepe Tornel, Pedro López, Manuel Arnaldos… entre muchos otros.

De lo que estamos seguros es de que Justi nos guardará un sitio cálido y cómodo junto a ella en esa vida eterna en la que reina la paz y la justicia. Y hará mientras suena el Gracias a la vida, como lo hizo esa tarde, en su funeral, en la voz del barítono Julián Millán, hijo de su amiga Elena.

Un Gobierno de coalición con muchas luces

Un Gobierno de coalición con muchas luces

La legislatura entra en su último año con una experiencia singular marcada por la pandemia, la confrontación política, la guerra de Ucrania y la crisis energética y climática.

La aprobación de 75 leyes, junto a la convalidación de 87 reales decretos-leyes, es el balance, hasta mediados de septiembre, de una legislatura, la XIV, con el primer Gobierno de coalición en el panorama reciente político español. Nunca hasta ahora la joven democracia española había conocido un consejo de ministros formado por representantes de varias formaciones políticas.

El tradicional bipartidismo, marca de la casa desde el año 1977 y que ya se había quebrado con el resultado de las elecciones de 2015 (Podemos y sus coaliciones obtuvieron 67 diputados y Ciudadanos, 40), dejó paso en enero de 2020 a la formación de un Gobierno distinto.

En este Ejecutivo, el PSOE ocupó 17 carteras ministeriales, que se sumaron a las 5 de la formación política liderada por Pablo Iglesias, incluida una de las cuatro vicepresidencias. Para llegar a este momento había sido necesaria una repetición electoral en noviembre de ese mismo año 2019 tras la imposibilidad de un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez.

Ruptura del bipartidismo

«Quedó demostrado que se podía romper una cláusula histórica de que solo gobernaría el bipartidismo, una experiencia que iba a ser determinante sobre todo para las generaciones más jóvenes, aquellas que impulsaron el 15-M». Así lo asegura Javier Sánchez Serna, secretario de la Mesa del Congreso y diputado de Unidas Podemos por Murcia.

Si hay algún rasgo sobre el que construir el relato del Gobierno de coalición es el de que los acontecimientos externos han manejado los tiempos políticos de la gestión desde sus inicios: en marzo, la pandemia de coronavirus y sus consecuencias; dos años después, la invasión rusa de Ucrania. Y hasta podemos sumar una nueva crisis del capitalismo, en la que se incluyen las consecuencias de la emergencia climática, junto al colapso de las fuentes energéticas basadas en los combustibles fósiles.

Pero a diferencia de crisis anteriores, como la de 2008 con el boom inmobiliario y las hipotecas basura, las medidas del Gobierno de España no han ido en el sentido de un austericidio que castigase a los sectores populares más vulnerables. «Hemos ido confirmando que la crisis esta vez no la pagamos la gente, sino que ha habido un reparto equitativo de los costes y se ha impulsado un escudo social para proteger a los más débiles», indica Sánchez Serna.

Reparto de la crisis

La aplicación de los ERTE, que han salvado millones de empleos y cientos de miles de empresas o la aprobación del permiso retribuido recuperable para que los trabajadores no esenciales permanecieran en casa manteniendo sus ingresos, fueron algunas de esas medidas. Como la suspensión de los desahucios sin alternativa habitacional a las personas en situación de vulnerabilidad o la ampliación de la prórroga de los contratos de alquiler durante seis meses para evitar subidas abusivas.

O la prohibición de cortar los suministros (agua, luz, gas) a los consumidores más débiles, junto a la ampliación del bono social o la aprobación de 7.000 millones en ayudas directas para sectores especialmente afectados (hostelería, turismo, comercio, etc.).

De forma paralela se han ido aprobando leyes y medidas con los objetivos de un empleo de calidad y salarios dignos, como la subida del salario mínimo de 735 a 1.000 euros al mes (un 36%). También la primera reforma laboral que supone una recuperación de derechos para los trabajadores y trabajadoras y que incorpora medidas ambiciosas para luchar contra la temporalidad y la precariedad, así como para reequilibrar la negociación colectiva entre trabajadores y empresarios.

Hay que sumar la prohibición del despido objetivo por bajas médicas y la despenalización de los piquetes o la ley rider para acabar con el fraude de los falsos autónomos en las plataformas digitales de reparto, con una normativa pionera en Europa y el resto del mundo para proteger a un colectivo hasta entonces desprotegido social y jurídicamente. Amén del reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar, de su derecho a paro y protección por desempleo.

Viñeta de MiCruz

Complicidad de otras fuerzas

Sin olvidar claro está, en el balance de estos casi tres años de gobierno, entre muchas otras, de leyes relativas en materia de igualdad, derechos feministas y LGTBI.

Se suman la revalorización de las pensiones, la mejora de la calidad de las residencias de mayores, los derechos de la infancia y la juventud, y la defensa de la educación y sanidad públicas.

Además, hay que contar la creación del ingreso mínimo vital y otras medidas legislativas de calidad democrática y derechos fundamentales, como la ley de la eutanasia o la de memoria democrática, y la derogación del voto rogado y de la ley Berlusconi para no demorar la instrucción de causas judiciales.

Hay que contar con el papel que han jugado otras fuerzas políticas a la hora de respaldar la inmensa mayoría de las medidas impulsadas por el Ejecutivo. Ahí están ERC, Bildu, el PNV, Más País o Compromís, aliados en su momento en la moción de censura que derrotó al PP de la corrupción de Mariano Rajoy.

A juicio de Unidas Podemos, en estos años de Gobierno de coalición, «hemos aprendido que formar parte del Consejo de Ministros no es tener el poder, que cada paso cuesta mucho y que los procesos políticos necesitan contar con mucho pueblo detrás, sobre todo para reclamar el derecho a la vivienda o a la sanidad», precisa el diputado murciano.

«También es verdad que el Gobierno ha encontrado grandes limitaciones, especialmente porque la pandemia ha llevado consigo la desmovilización, pero solo haber formado parte del mismo ha sido una victoria», precisa, a la vez que señala que «al PSOE también le ha venido bien que estuviésemos nosotros, porque ha comprobado que se puede gobernar en coalición y les han salido más colmillos frente a los poderes fácticos; hay medidas que han salido adelante porque estábamos nosotros».

Leyes mordaza y de vivienda

La tramitación de la primera Ley de Vivienda, para poder regular los alquileres, frenar los desahucios y ampliar el parque público de vivienda, aprobada en Consejo de Ministros en febrero de 2022 y ahora en fase de ponencia, es uno de los retos pendientes.

«Hemos solicitado que se acelere al máximo su aprobación para responder a la emergencia habitacional, al igual que esperamos la derogación de la ley mordaza y la aprobación de los Presupuestos para 2023, que garanticen el escudo social frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania».

A esos escenarios se sumará la reforma fiscal, con el fin de que las cargas y los ingresos se repartan de una manera justa, y no soporten las rentas del trabajo las pensiones, la sanidad o la educación, mientras que el capital y las grandes empresas se queden fuera.

Todo ello en medio de un clima de crispación política promovida desde el PP y VOX, con un discurso de fondo: la visión patrimonialista del Estado que tiene la derecha y que siempre trata de deslegitimar cualquier Gobierno de izquierdas o progresista. Sin olvidar la incertidumbre por la situación económica, aderezada por una guerra mediática (y, por tanto, cultural) en la que los medios de comunicación no son neutrales. 

Artículo publicado en el número 1654 (octubre 2022) de la revista Noticias Obreras


Resumen de logros del Gobierno

Rompe las reglas, cura el sistema

Rompe las reglas, cura el sistema

Con esa potente frase que inspira este artículo promocionó Netflix en Estados Unidos la primera temporada de esta serie. La historia es diferente a la que podemos encontrar en otras de médicos, enfermeras o, simplemente, ambientadas en hospitales. Y el caso es que esta serie va de médicos, de enfermeros, de gestores, de sus casos y vidas unidas por el New Amsterdam, el hospital público del mismo nombre situado en la ficción en la ciudad de Nueva York. (más…)

Miles de vecinos y vecinas exigen el soterramiento de las vías del tren en una lucha histórica

Miles de vecinos y vecinas exigen el soterramiento de las vías del tren en una lucha histórica

La ciudad de Murcia (440.000 habitantes) vive movilizada desde los primeros días de septiembre por las protestas de miles de vecinos y vecinas, que se han echado a la calles para reclamar el soterramiento del actual trazado ferroviario para la llegada del AVE. Una reivindicación que se remonta a comienzos de los años 90, cuando aún el proyecto de la Alta Velocidad no estaba sobre la mesa, ya que las vías del tren parten a la ciudad en dos al contar con una estación de ferrocarril ubicada en el barrio de El Carmen desde mediados del siglo XIX. Esta situación ha provocado molestias y una desigualdad palpable en recursos, infraestructuras y movilidad de quienes viven en los barrios y pedanías del sur del casco urbano frente el resto de la ciudad. Y unas demandas que no han respuestas o se han incumplido los acuerdos y compromisos suscritos por las administraciones públicas. (más…)

Dieta contra la obesidad digital

Dieta contra la obesidad digital

¿Es posible la desconexión digital? Sufrimos de “obesidad digital” al no establecer límites entre la jornada de trabajo y el descanso para vivir, que produce estrés, sentimiento de cansancio y vacía de contenido lo relativo a los riesgos psicosociales

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Agenda social en un Parlamento fragmentado

Agenda social en un Parlamento fragmentado

El nuevo año nos va a traer un escenario distinto en el Congreso de los Diputados. La fragmentación política de la Cámara tras las ya lejanas segundas elecciones del pasado junio aventura una etapa diferente a las que estábamos acostumbrados. Un nuevo tiempo en el que los análisis preestablecidos deben de ser modificados y en el que todos los actores sociales y políticos deben aprender. En este breve análisis que ofrecemos, nos vamos a detener en el papel que quiere jugar el Partido Socialista, inmerso en un proceso interno convulso que le llevará hasta el congreso previsto en vísperas del próximo verano.

“El PSOE quiere liderar una oposición útil, con el objetivo de alcanzar una agenda económica y social que pretende reducir las desigualdades y las injusticias en nuestro país, porque pensamos que es necesaria para que la gente vivía con dignidad y crecer económicamente”. Quien lo afirma es Pedro Saura, el portavoz socialista en la Comisión de Economía y azote en los últimos años del ministro Cristóbal Montoro, especialmente contra la amnistía fiscal que promovió durante la legislatura de la mayoría absoluta de Rajoy.

En esa agenda social y económica se enmarca la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la derogación la reforma laboral, medidas alcanzadas en las últimas semanas, así como una Renta Mínima de Inserción, junto a las comunidades autónomas, y la eliminación de los copagos a los pensionistas. También que se recupere el poder adquisitivo de los pensionistas, la mejora de las ayudas a los parados mayores de 50 años y a los de larga duración, “que necesitan unas prestaciones de desempleo dignas y políticas activas para incorporarse al mercado de trabajo, y medidas contra la pobreza infantil”. Y todo eso con una reforma fiscal que permita la financiación del Estado de bienestar, “no con más deuda y déficit, sino que reviertan los regalos fiscales que el gobierno del PP ha concedido en los últimos años de manera irresponsable”, asegura Saura.

El PSOE no quiere en el Congreso solo derogar las políticas que van contra la justicia social, como la ley de educación o la política sanitaria, “sino poner encima de la mesa una agenda para avanzar en el Estado del bienestar, que no olvidemos que es uno de los más pequeños de la Unión Europea, y vamos a estar en la calle con los sindicatos”.

En cuanto a la negociación de los Presupuestos, el PSOE ve prácticamente imposible su apoyo, y ya ha dicho que no al techo de gasto y sí a los objetivos de déficit. ¿Y por qué? “Pues porque es el techo de gasto del Estado, que incluye recortes. La Seguridad Social supone el 34 por ciento del PIB, y es una parte del Estado de bienestar, porque éste no solo reside en las comunidades autónomas. Hablamos de las pensiones, de las prestaciones por desempleo, la dependencia, las ayudas de maternidad… Y pensamos que aquí va a haber recortes, porque el gobierno ya anunciado que van a crecer menos que la inflación”. Por lo que resulta prácticamente imposible el apoyo a los presupuestos.

En cuanto al resto de grupos, el Partido Socialista pretende seguir liderando la oposición, porque en el Congreso se puede sentar con todas las fuerzas políticas. Recuerda Saura que “ahora mismo no hay ninguna norma que se pueda aprobar en el Parlamento sin contar con nosotros y por eso el PSOE no puede pensar en estrategias sino como ser más útil a la gente, liderando el cambio político y reduciendo el sufrimiento de la gente”. Un ejemplo de ello es la aprobación el pasado 13 de diciembre (por 168 votos a favor, 131 en contra y 42 abstenciones) de su proposición no de ley en la que se pide la derogación de la reforma laboral que aprobó el PP en solitario en la legislatura de su mayoría absoluta.

Agenda socialdemócrata

No se ocultan, sin embargo, los problemas derivados de la crisis interna de los últimos meses. “El PSOE tiene que resolver el problema del liderazgo, buscar la cohesión interna y conseguir una narrativa potente desde el Grupo Parlamentario, que va a ser muy importante en estos años”, indica el portavoz de Economía, quien no oculta las discrepancias con Podemos. “El problema de Podemos es que detrás de un proyecto político tiene que haber un proyecto económico sólido, y ese no lo conocemos, porque el que tiene está pensado para una economía cerrada, que a medio plazo tendría problemas para financiar el estado de bienestar”.

Hay una coincidencia en que hay que resolver el problema de la austeridad, “pero ellos lo plantean con más endeudamiento, y eso supone más austeridad en el futuro y en algún momento habrá que parar. Nosotros pensamos que la austeridad se combate con más ingresos públicos, por eso le hemos exigido al Gobierno que revierta una parte de la reforma fiscal, de tal manera que de los 7.500 millones de euros que se van a recaudar más el año que viene, casi 5.000 vienen del impuesto de sociedades a las empresas más grandes. El PSOE está condicionando de tal manera que la agenda socialdemócrata entra en la política española progresivamente sin estar en el gobierno”.

A la pregunta final de si la ciudadanía llegará a percatarse de esta nueva manera del PSOE de hacer política, Pedro Saura concluye que “me preocupa más en este momento alcanzar medidas que permitan que las familias lleguen a final de mes que la gente entienda un planteamiento estratégico. Me parecen mejor los principios que las estrategias. Porque este tipo de acuerdos o de mejoras no son incompatibles con hacer oposición en el Congreso. Y pone el ejemplo del voto contrario del PSOE frente al acuerdo alcanzado por el PP y Ciudadanos para nombrar al presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que venía del mundo de las empresas cotizadas, y venía a ser una puerta giratoria al revés. El Gobierno pierde en el Congreso, cada semana, en comisiones y pleno, en torno al 80 por ciento de las votaciones. No es incompatible hacer oposición con obtener objetivos. Es frustrante oponerse a todo, sino conseguir acuerdos que beneficien a los ciudadanos.

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Artículo publicado en la revista Noticias Obreras de enero de 2017 (número 1.591)

Un combinado de tronos

Un combinado de tronos

La política en nuestro país se ha convertido en los últimos tiempos en un Juego de Tronos en el que cada uno de los actores tiene claro lo que tiene que hacer el otro, en el que la interpelación a lo correcto preside cada una de las acciones, en donde las jugadas están milimétricamente calculadas, los escenarios no se escogen al azar y los pasos están tan medidos que nadie desvela sus cartas. Y frente a los personajes, una mayoría a la que se le ha preguntado en dos ocasiones, que parece empeñada en nuevos territorios que nadie alcanza a concretar y a la que le cuesta entender todo, pues ve cosas que no se contemplan en su vida cotidiana.

En el contexto actual resulta complicado encontrar el quid de una cuestión salpicada de nuevos actores, instrumentos y realidades. Todo ello aderezado en un bol de elementos de difícil maridaje. Porque todo son vetos, incompatibilidades manifiestas e imposibles acuerdos… pero eso sí, nadie es responsable. Porque en la política, como en la vida, siempre son otros los culpables con tal de no asumir el protagonismo, el control y las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. En el quehacer diario de cualquier votante, en cambio, todo gira en torno a la responsabilidad, entendida como qué no has hecho para que algo no salga, o qué has hecho directamente mal de forma que no sale.

pitonisa_miVayamos por partes. No podemos negar que el PSOE ocupa gran parte del centro del protagonismo tras los resultados electorales del 20-D y del 26-J. Aunque existiese (y aún exista) la voluntad contraria, este escenario era el preferido por muchos al ser el reflejo del final del bipartidismo y el resultado de los nuevos actores en un supuesto eje izquierda-derecha que ya es muy complicado sostener. Su candidato, Pedro Sánchez, ha tenido que bregar con una oposición interna y externa difícilmente imaginables para otro dirigente político que se la jugó en unas primarias como secretario general, que ganó, y que desde el primer momento ha tenido un escaso margen de maniobra.

Ya sabemos que la cultura de izquierdas es cainita con quienes están al frente de las direcciones de los partidos, ya que hasta el militante más alejado del trabajo político (y por supuesto el votante) sabe lo que tiene que hacer el otro. En el caso de los barones o baronesas del partido, qué les voy a contar. No se la jugaron en su momento, pero esgrimen su ascendencia por encima de todo. Piense el lector por qué gobiernan en sus respectivas comunidades, quiénes les apoyan con sus votos o su abstención, y luego traslademos sus reticencias a que para la gobernabilidad de España su secretario general intente el acuerdo con Ciudadanos y Podemos. Mientras que todo el debate queda en el lado de las estrategias, alianzas y combinaciones posibles, sigue pendiente la clave esencial que está detrás: la crisis de la socialdemocracia, y por ende, la construcción de un nuevo discurso político, que no persigue otra cosa que ofrecer una alternativa a la globalización de la desigualdad y la precariedad, con un instrumento político renovado y un discurso diferente al del populismo. Y es que tampoco en la vida de diario los votantes funcionamos en la familia, en el trabajo, con las amistades, tirando de populismo. Éste,  como la falta de responsabilidad, son cosas infinitamente alejadas de lo que nos pasa todos los días y, en cambio, es lo que se nos ofrece…

Porque, desde el máximo respeto y, en algunos casos salvando las distancias, el discurso populista no puede ser el de dar a la gente lo que de manera inmediata, emocional y simple quiere. Y no me negarán que mucho de lo que nos ofrecen hoy Ciudadanos y Podemos se asemeja a ello. Tanto que los vetos mutuos que entre ambos se esgrimen tiene mucho que ver con un discurso compartido en su estructura para acertar con esa parte del electorado que no ve en los partidos tradicionales la solución en estos tiempos complejos. Bien es verdad que en el caso de Podemos entran en juego más elementos. Ha conseguido trasladar al discurso político las emociones y sentimientos que se echaban en falta en los partidos tradicionales de la izquierda (léase en especial, IU, con las notables consecuencias que ello ha supuesto para ésta a la hora de buscar una tabla de salvación en su alianza el 26-J, y que seguro que no será nada fácil de mantener en los próximos meses). Saber captar el estado emocional de la indignación, de la desesperación ante las consecuencias de esta nueva vuelta de tuerca del capitalismo globalizado en nuestro país en forma de crisis y estafa económica, no es suficiente para construir una alternativa en la que tienen que tener cabida muchos más actores.  Lo que no tengo claro es que sus dirigentes estén la altura de las circunstancias para llegar a acuerdos que desbloqueen la situación. Encajar en las estructuras institucionales lleva su tiempo.

Porque al fin y a la postre de lo que venimos hablando tiene que ver, por una parte, con la madurez de quienes lideran y dirigen los partidos políticos que entran en juego, bien en fase de construcción (Podemos) o de reajuste para los tiempos nuevos (PSOE o IU). Y, sobre todo, del discurso político sobre el que construir un proyecto que afronte los estragos causados por los recortes y las políticas neoliberales de la desigualdad y la precariedad. A la combinación de esos dos factores hay que sumar, además, la confianza interna o no de quienes juegan en su organización, así como la disposición a aceptar que en una negociación siempre se cede. Máxime cuando a la vista de los resultados electorales 1 + 1 no es igual a 2, sino a 3… para formar gobierno.

A estos imponderables aún hay que añadir más elementos. De una parte, las elecciones autonómicas en Galicia y Euskadi, cuyas consecuencias empezamos a vislumbrar. De otra, un escenario no resuelto en los últimos cuarenta años: la identidad nacional y territorial, con  el encaje de Cataluña (pero no sólo) con el resto de España, donde el factor  emocional es determinante. De nada ha servido hasta el momento las interpelaciones de CCOO y UGT a quienes tienen en su mano cambiar la situación. Agitemos todo ello en esta coctelera de los asuntos públicos para obtener un cóctel de sabor indeterminado. Y lo que es más grave, de un combinado que no parece que vayan a resolver unas terceras elecciones. Que a ello vamos, si nadie lo remedia, querida y querido lector.

Ayuntamientos: segunda transición

Ayuntamientos: segunda transición

El 24 de mayo se cumple un año de las últimas elecciones municipales. Una cita que marcó un antes y un después en el gobierno de una parte de los 8.114 municipios que hay en España. La hegemonía de la derecha se quebró especialmente en ciudades de más de 50.000 habitantes, que permitió la recuperación para el PSOE de numerosas alcaldías y la irrupción de las confluencias de partidos y movimientos ciudadanos en capitales de la importancia de Barcelona, Madrid, Zaragoza, Cádiz o La Coruña. Los nuevos equipos de gobierno se enfrentan a un necesario escenario de reformas que están condicionadas por quien forme el nuevo Gobierno de España, ya que si el PP volviera a ocupar la Moncloa peligraría la autonomía de la política local.

Artículo publicado en NOTICIAS OBRERAS
Mayo 2016 / Nº 1.583

El revuelo político tras las pasadas elecciones del 20 de diciembre, con la incapacidad -hasta el momento- de poder conformar un Gobierno de progreso y cambio en España radicalmente distinto al de Mariano Rajoy, ha eclipsado del escenario mediático los cambios que se han producido en los ayuntamientos. A punto de cumplirse un año de los comicios locales y autonómicos del 24 de mayo -aunque las nuevas corporaciones no se constituyeron hasta mediados de junio-, el escenario del poder municipal en nuestro país es muy distinto al que se configuró en 2011. Un escenario muy marcado entonces por la respuesta del presidente Zapatero a la crisis financiera especulativa y al estallido de la burbuja inmobiliaria. El PP y las derechas nacionalistas coparon la inmensa mayoría de los gobiernos locales y autonómicos, que reforzaron al Ejecutivo de Mariano Rajoy en la Moncloa.

422042_454738057944270_742922513_nEse reforzamiento de las políticas conservadoras tuvo su exponente en la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Locales (LRSAL), una reforma local aprobada por el gobierno central que supuso un atentando contra los principios de autonomía local reconocidos en la Constitución, un recorte al marco competencial de los ayuntamientos y un frenazo a la prestación de los servicios públicos de calidad a la ciudadanía. También a la consideración que hasta ahora se había tenido del municipio como gobierno político, convirtiéndolo en un mero gestor de decisiones ajenas. No hay que olvidar que los ayuntamientos han sido las administraciones públicas que han sufrido las políticas de austeridad más agresivas e insolidarias.

De ahí que en estos momentos exista un consenso entre los partidos del cambio y candidaturas de confluencias en que derogar esa Ley es imprescindible para garantizar que los municipios sigan siendo la base de la movilización social y de la acción política, ya que los gobiernos municipales han constituido el principal instrumento de integración y cohesión social. La prestación de servicios básicos ha sido impulsora del desarrollo y de la mejora de la calidad de vida de las personas. Así lo aseguraron a Noticias Obreras tanto el coordinador de la Secretaría de Política Municipal del PSOE, Carlos Daniel Casares, como Mari Ángeles García, consejera ciudadana estatal y autonómica de Podemos. Ambos se muestran optimistas ante la experiencia de los nuevos gobiernos locales, que auguran una segunda transición en la escena de la política municipal, la de la acción política de cercanía y proximidad a los ciudadanos.

Nueva reforma local

La derogación de la LRSAL tendrá que dar como resultado la aprobación consensuada en el Parlamento de una Ley de Régimen Local que refuerce la autonomía local, que garantice un sistema de financiación estable y proporcional a unas competencias bien definidas de los entes locales y aquellas que, no siendo propias, previo convenio, puedan desarrollarse con garantías de control y transparencia de la gestión pública. Un consenso imprescindible para impulsar una nueva ley de Haciendas Locales que dote de estabilidad, rigor y recursos las competencias asumidas por las entidades locales, de forma coordinada con la de la financiación autonómica, definiendo con claridad la participación de las haciendas locales en los tributos del Estado (PIE) y en los de las Comunidades Autónomas (PICAs).

De ahí que a juicio de Casares y de la consejera de Podemos es tan importante que se constituya un Gobierno central que garantice la elaboración de ese marco jurídico y financiero imprescindibles para que los gobiernos municipales puedan desarrollar unas políticas que tengan en el centro a las personas, especialmente las más vulnerables y las que sufren la precariedad y la exclusión social.

Carlos Daniel Casares.

Carlos Daniel Casares.

“Tras las elecciones de hace casi un año, a través de acuerdos con fuerzas de izquierda para la investidura de alcaldes o formando parte de la Junta de Gobierno, hemos recuperado gobiernos de muchos ayuntamientos”, indica el coordinador socialista, quien recuerda que el PSOE gobierna en 72 ciudades de más de 50.000 habitantes, mientras que el PP lo hace en 42 de ellas. “Por tanto hay un escenario favorable, con equipos municipales más pequeños, con una experiencia positiva en cuanto a la gestión municipal, y con unos problemas de endeudamiento que se pueden afrontar”, con la excepción de situaciones como la de Madrid, aunque en estos meses se haya reducido una parte de la deuda de más de seis mil millones de euros con la que se encontraron.

“Hay problemas importantes, pero en las grandes ciudades se ha dado un giro a las prioridades políticas con los nuevos equipos de gobierno, actuaciones que tienen que ver con políticas para rescatar a las personas”, señala Casares. “Si tú observas los presupuestos donde gobierna el PSOE, como los de Sevilla, Valladolid, Palma de Mallorca, Alicante, Elche… se han priorizado determinadas partidas para becas, comedores escolares, o medidas contra la pobreza energética… porque se ha dado primacía a programas a personas sin recursos”. Esto ha sido no sólo en los ayuntamientos con alcaldes y alcaldesas socialistas, sino también en aquellos con alcaldías de las confluencias, donde está Podemos o Izquierda Unida.

Aprobación de Presupuestos

Por tanto, el balance de este primer año de nuevos ayuntamientos es positivo, “no se advierten crisis de gobierno con importancia, y un ejemplo de ello es que los presupuestos municipales se han aprobado en tiempo y forma antes del 31 de diciembre en siete de cada diez de estos ayuntamientos”. No oculta que hay cierta hostilidad en los gobiernos municipales de Cádiz o Zaragoza, o en municipios asturianos, como Gijón, y que ha habido problemas en La Coruña, donde el Presupuesto se ha aprobado hace escasas fechas. El responsable socialista concluye señalando que el futuro a corto plazo está muy condicionado por la investidura del Gobierno de España, “porque en los grandes ayuntamientos estamos planteándonos entrar en sus gobiernos, como es el caso de Madrid, donde las relaciones son muy buenas con la alcaldesa Manuela Carmena, y en Barcelona, donde Ada Colau lleva ya tiempo lanzando mensaje a nuestro portavoz, Jaume Collboní, con el fin de consolidar un gobierno que en la actualidad es muy minoritario”.

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Mari Ángeles García subraya que Podemos como tal no se presentó a las elecciones municipales, “porque era un partido que comenzaba a dar sus pasos, formado por gente que venía del mundo asociativo, desde diferentes sectores o colectivos, o de algún partido pequeño… y era muy difícil conformar equipos con personas que apenas se conocían, con sus inquietudes o ideología política”. Ello no ha sido obstáculo para que los nuevos gobiernos, con la presencia de nuevos concejales y concejalas en los ayuntamientos, haya supuesto un aire fresco en estas instituciones, “con una práctica política diferente, sobre todo por la puesta en marcha de la transparencia, que creemos que es una de las mejores medias para ir contra la corrupción, una práctica que era resultado de la inercia de que determinadas personas y partidos estén en el poder durante muchos años y creían no tener que dar cuenta de su gestión a la ciudadanía”.

Destaca la consejera de Podemos que ha sido muy positivo “el hecho de tener que sentarse a negociar, a dialogar, a ejercer la práctica de la cesión, que son actitudes imprescindibles para una nueva política, como la rendición de cuentas”. A su juicio esto ha contribuido “a despertar el interés de la ciudadanía para acercarse a los ayuntamientos, ver qué se decide, hacer propuestas, elevar peticiones o quejas… que antes no ocurría. Había una apatía porque no se sentía al político como alguien cercano, que te representara. Esto es especialmente notable en el caso de los pequeños municipios, donde la gente ve a sus representantes como ellos mismos, incluso porque se visten de otra manera a los políticos tradicionales, como la gente corriente que hace cosas extraordinarias”.

Una política diferente

Mari Ángeles García.

Mari Ángeles García.

En las ciudades grandes, como en Cádiz o Madrid, se observa una diferencia muy grande en la manera de hacer política, cómo se negociaban los contratos, con la revisión de las concesiones y la dación de cuentas. “Algo que define a estas candidaturas es que han facilitado que la ciudadanía vea que su ayuntamiento es próximo y que le pertenece”, precisa. También que se ejercita con naturalidad el diálogo y la negociación entre partidos con sensibilidades semejantes, “que conduce a la necesidad de una nueva transición, una nueva democracia, porque esa práctica democrática tuvo su sentido y su validez en su momento, pero ahora es preciso profundizar la práctica política con nuevos actores”.

Mari Ángeles García asegura que en el ámbito municipal se le ha dado la vuelta a ese grito del 15-M de que “no nos representan”, y no oculta que “los cambios son lentos, porque hemos encontrado dificultades en el funcionamiento de las instituciones, para empezar porque no veníamos del mundo político institucional, por lo que ha habido problemas para encajar en el engranaje de las propias corporaciones, reproduciendo su inercia”. Y también “por hacer cosas diferentes, como ser mucho más inclusivas en determinados actos oficiales, que cuesta también ser entendida por la propia sociedad, como las mociones por la laicidad”.

En definitiva, un año de cambios en nuestros ayuntamientos que aguardan que se despeje el escenario nacional para seguir desarrollando las políticas de cercanía que precisan los vecinos y vecinas, y que reclaman a quienes tienen al lado, en sus salones de Pleno, en sus despachos y, sobre todo, en las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades. Un futuro que pasa también por consolidar el papel de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), con una nueva composición provocada por los cambios de gobierno local, y su presencia o no en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para alzar una voz sobre la financiación.