Un consumidor, un voto

Un consumidor, un voto

Ha pasado de puntillas por el ruido del procés, el drama de los asesinatos de mujeres y la gira de los Trump a los gigantes asiáticos. Pero ese Gran Hermano de la política que es el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el miércoles una de las grandes leyes que van a marcar la vida cotidiana de las administraciones públicas: la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público. Y su importancia radica, entre otras cuestiones, en que insta a las administraciones públicas a incorporar criterios sociales y ambientales en su contratación pública, contratación que supone cerca del 20 por ciento del PIB a nivel estatal y que convierte, por tanto, al conjunto de las administraciones públicas en el mayor empleador y el más importante consumidor del Estado. (más…)

Miles de vecinos y vecinas exigen el soterramiento de las vías del tren en una lucha histórica

Miles de vecinos y vecinas exigen el soterramiento de las vías del tren en una lucha histórica

La ciudad de Murcia (440.000 habitantes) vive movilizada desde los primeros días de septiembre por las protestas de miles de vecinos y vecinas, que se han echado a la calles para reclamar el soterramiento del actual trazado ferroviario para la llegada del AVE. Una reivindicación que se remonta a comienzos de los años 90, cuando aún el proyecto de la Alta Velocidad no estaba sobre la mesa, ya que las vías del tren parten a la ciudad en dos al contar con una estación de ferrocarril ubicada en el barrio de El Carmen desde mediados del siglo XIX. Esta situación ha provocado molestias y una desigualdad palpable en recursos, infraestructuras y movilidad de quienes viven en los barrios y pedanías del sur del casco urbano frente el resto de la ciudad. Y unas demandas que no han respuestas o se han incumplido los acuerdos y compromisos suscritos por las administraciones públicas. (más…)

De lo que no se habla

De lo que no se habla

Hay poderes más o menos ocultos que están muy contentos con Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. No a título personal, sino por lo que representan acerca del espectáculo que estamos viviendo en los últimos meses. Gracias a todo lo que tiene que ver con el procés no se habla de lo que de verdad nos va a costar el rescate bancario a consecuencia de esa estafa financiera, a la que llaman crisis, que hemos vivido. El Banco de España puso recientemente las cifras sobre la mesa y sus cuentas son muy diferentes a las que afirmaba el ministro Luis de Guindos, cuando aseguraba que el contribuyente no tendría que poner ni un euro: el Estado perderá finalmente 60.600 millones de euros, el 80 por ciento de los 77.000 millones inyectados. (más…)

El hado y la fuerza del destino

El hado y la fuerza del destino

En la tradición clásica, el hado es esa fuerza desconocida que obra irresistiblemente sobre los dioses, los hombres y los sucesos. Esa fuerza mediante la que podemos entender muchos de los acontecimientos que nos envuelven en este comienzo del otoño. El proceso catalán o las elecciones en Alemania, si queremos traspasar las fronteras regionales. El despertar de una ciudad con el rechazo al muro del AVE o la marcha de Pedro Antonio Sánchez del primer plano de la política institucional si nos quedamos en los dominios del antiguo Reino de Murcia. Lo curioso es que el hado de alguna gente, esa divinidad o fuerza desconocida hipotética que rige su vida, anda un tanto descarriado a la vista de cómo se precipitan los acontecimientos. (más…)

Algo más sobre Cataluña

Algo más sobre Cataluña

Fue personalmente muy duro contemplar el pasado miércoles por la noche la imagen del conseller de Salut de Catalunya, Toni Comín, estampando su firma en la ley de convocatoria del referéndum,  bajo la mirada atenta del presidente Carles Puigdemont. Máxime cuando durante años he compartido con él los principios del grupo de Cristianos Socialistas que, entre otros, van de la mano de la solidaridad, la justicia, el bien común y el compromiso con los más débiles. Principios que, amén de que se haya quebrantado la legalidad constitucional, no tienen apenas que ver con la división y el enfrentamiento interterritorial que con la apuesta social por corregir las desigualdades y hacer de la política el noble arte de resolver los asuntos de la ciudadanía. Toni Comín fue diputado autonómico del PSC, partido que abandonó en 2014.

Momento en el que Toni Comín firma el decreto de la Ley del Referendum.

No es serio ni democrático lo ocurrido esa noche en el Parlament de Catalunya: la aprobación, con el apoyo de Junts pel Sí (JxSí) y de la CUP, de la ley del referéndum, y un día después, el jueves, la fundacional de la república y de transitoriedad jurídica. Todo ello con procedimientos que se saltaron las garantías del propio Parlament y de los usos parlamentarios de las democracias avanzadas.

Ya tiene poco sentido volver a esos errores, así como esperar que la apelación buenista al diálogo pueda salvarnos del choque frontal

Los errores acumulados en los últimos diez años han sido muchos y de muchos. Fue fatal el recurso de inconstitucionalidad del PP al Estatut. Fue miope la falta de visión sobre la necesidad de un gobierno estatutario pactado por Montilla y Mas. Fue letal la sentencia de inconstitucionalidad a un Estatut aprobado por los parlamentos y por el pueblo catalán. Fue un desacierto de origen la unilateralidad en el planteamiento del referéndum. Y ha sido un desastre la lectura que JxSí hizo de un resultado electoral que, siendo plebiscitario, les dio una débil mayoría parlamentaria ante una mayoría justa de votos en contra. En lugar de replantear la estrategia hacia la búsqueda de pactos, la radicalizó, más aún por su necesidad de la CUP.

Pero ya tiene poco sentido volver a esos errores, así como esperar que la apelación buenista al diálogo pueda salvarnos del choque frontal. Sólo será posible recomenzar cuando el nacionalismo catalán fracase en su intento y cuando el nacionalismo español esté dispuesto a un nuevo enfoque que reconozca la plurinacionalidad y la singularidad de Cataluña.

El Roto, en el El País (8Sept2017)

Lo sucedido esta semana ha desencadenado la fase crítica de este conflicto. No hay marcha atrás. Será máximo el tensionamiento hasta el 1 de octubre. Entraremos en una compleja madeja de legitimidades jurídicas. Y la clave va a ser la movilización ciudadana. Si es una movilización parable o imparable. Votos habrá. Sin garantía ninguna. Y seguramente habrá intervención de las fuerzas de seguridad del Estado. ¿Después qué? O independencia de facto, para lo que creo que el independentismo no tiene fuerza social ni política suficientes, o elecciones anticipadas. O, un tercer escenario: un empantanamiento jurídico que prorrogue el pulso.

La iniciativa política está muy condicionada por quienes son los que asumen la responsabilidad de liderarla

Es un hecho que Cataluña tiene un vacío constitucional. Sólo será posible retomar las cosas con una reforma constitucional, pero me temo que tras este incendio va a hacer falta mucho tiempo para regenerar las condiciones que permitan restablecer un nuevo pacto constitucional suficientemente conforme a las exigencias catalanas.

En este sentido, coincido plenamente con las posiciones de quienes defienden, como Mariola Urrea, profesora de Derecho Internacional Público de la Universidad de La Rioja, que no existe un derecho a la autodeterminación en los términos que recoge la Llei del referéndum d’autodeterminació aprobada el miércoles. Que hay que dar respuesta con una propuesta política que facilite el reencaje de Cataluña en un renovado proyecto de país (reforma constitucional que reconozca las particularidades de algunos territorios y exija, a cambio, una indiscutible lealtad federal).

El Govern de Catalunya, la noche del pasado miércoles.

Además, parece necesario revisar el sistema de financiación autonómico, reformar el procedimiento de participación de España en la Unión Europea, superar las distorsiones del actual sistema electoral y dotar de mayor legitimidad a la Monarquía entre las generaciones que no votaron la forma de gobierno. Todo ello, eso sí, teniendo en cuenta que la iniciativa política está muy condicionada por quienes son los que asumen la responsabilidad de liderarla. ¿Estarán a la altura de las circunstancias?

También estoy de acuerdo con el planteamiento de Ramón Jáuregui, cuando afirma que “ningún proyecto político puede concebirse sin tener a Europa como referencia y tampoco el de la independencia para Cataluña”. Y por eso mismo la transición jurídica a la República Catalana será imposible en España, pero es inimaginable fuera de Europa. Sin moneda europea, sin presencia institucional en el mundo, sin participar de las grandes políticas europeas de comercio, investigación, etc.; sin coordinar los grandes servicios públicos en sanidad o seguridad, sin soporte financiero ni lugar en el mercado único… “Es como flotar en el vacío, como una chatarra espacial, perdida en el infinito de la ingravidez, es decir, de la nada”, concluye.

Realidad offshore

Realidad offshore

La escena tiene lugar a comienzos de los 90 en un restaurante de Yecla. El escritor Manuel Vázquez Montalbán había sido invitado por la agrupación local del PCE con motivo de la donación que hizo un viejo comunista de una colección completa de Mundo Obrero a la biblioteca municipal, y que había conservado durante los años duros de lucha antifranquista. Hizo el viaje en coche desde Barcelona, no cobró un duro y estaba completamente relajado y ocurrente. Compartía con los comensales algunos de sus recuerdos como miembro de una peculiar célula comunista en la clandestinidad. El padre literario de Pepe Carvalho relató que durante un tiempo el partido lo consideró un infiltrado del régimen. Y todo por un comentario que hizo tras recibir la consigna de que debían de estar preparados para la lucha armada. “Mi célula la formaba una militante coja, un camarada veterano, otro que no oía mucho y un servidor. Y se me ocurrió decir en voz alta que como no viniera Carrillo y su puto cuñado a empuñar las armas, poco teníamos que hacer”, contaba entre risas de los asistentes a la cena, mientras imaginábamos la escena. (más…)

Retórica de la inautenticidad

Retórica de la inautenticidad

El sociólogo Enrique Gil Calvo sitúa el suicidio de Miguel Blesa, el que fuera todopoderoso presidente de Caja Madrid, en el primer hecho que introduce el principio de autenticidad en el corrompido escenario español. Y ello porque su muerte voluntaria contrasta con la capacidad de poner al descubierto al ejército de impostores, de aquellos responsables políticos y económicos implicados en los innumerables casos de corrupción desde comienzos de la década de los 90 del pasado siglo. Puede resultar muy duro llegar a entender lo que pasa por la mente de una persona que decide poner fin a su vida en un contexto como el que le ha tocado vivir. Pero a juicio del catedrático de Sociología, la autenticidad del suicidio retrata a los demás actores como lo que son: unos impostores fraudulentos incapaces de reconocer y asumir la evidencia de lo real.

Impostores que nunca han sido auténticos a la hora de reconocer un ápice de responsabilidad material o intelectual sobre sus actos y sus consecuencias. Impostores que han fingido durante meses o años que la cosa no iba con ellos, que eran meras víctimas inocentes injustamente acusadas, que sólo firmaron lo que le decían los técnicos, que no sabían nada… Elija el lector cualquiera de esas excusas y encontrará innumerables casos en la política o en la economía nacional, regional o local. De ello no resulta nada raro que la clase política en general, y la nuestra en particular, haya perdido su credibilidad, puesto que como sabemos que son falsos no les creemos.

Los actores entregados a la inautenticidad no solo quedan restringidos a la política de lo cotidiano, sino que los hallamos en otros ámbitos sociales. Personas supuestamente adultas que no asumen sus responsabilidades a la hora de coger las riendas de la vida de quienes les rodean. Padres y madres más preocupados de su grupo de WhatsApp que del tiempo que dedican a sus hijos. Educadores que hacen dejación de sus funciones en los ámbitos de escuelas, institutos y universidades a la hora de formar e instruir a nuevas generaciones de niños y jóvenes. Servidores públicos que se sirven de la Administración para tratar de cosechar beneficios personales frente al bien común o a satisfacer intereses privados a costa del erario que pagamos todos.

Lástima que a veces tengamos que llegar a ser testigos de una situación límite para enfrentarnos a las consecuencias que llevan aparejadas las decisiones que adoptamos a diario. Las opciones que escogemos. Quizá porque hemos embadurnado nuestro estilo de vida y de comportamiento de una capa de falsedades y justificaciones que nos permiten sobrevivir a nuestras contradicciones. Asumir lo auténtico vendría a ser, por tanto, simplemente, hacerse cargo de las consecuencias de los actos que protagonizamos. Sin llegar al extremo de la inmolación. Reconocer y reconocernos capaces de alimentar nuestra vida de las pequeñas cosas que la hacen auténtica. Tomar las riendas de la vida, los estribos de los acontecimientos, las bridas de las decisiones, para cabalgar con la mirada puesta al frente, sin volver la vista a lo que ya ha pasado. De eso se trata.

Tú de política no sabes

Tú de política no sabes

Una de las afirmaciones que más me repele en la vida es cuando alguien le espeta a otro que no sabe de lo que está hablando. Que de ese tema, asunto, problemática o materia, no tiene ni idea. Máxime cuando la afirmación viene de una persona que, supuestamente, es especialista de la cosa. Por ejemplo, en el caso de que uno de los progenitores no sabe ya qué decir a la criatura que lo ha sometido a un tercer grado, y le salta con aquello de que mira niño, eso es cosa de mayores. O frente a la sonrisa condescendiente de un vendedor, al hilo de la pregunta del millón por el producto que nos quiere colocar y las dudas que suscita el intercambio.

Es la misma respuesta que ofrece el maestro o la maestra que siente pavor ante las demandas de un alumnado inquieto, y aunque ya cada vez menos, la que brinda ese empleado público displicente en la atención a la gente desde el pedestal de la superioridad de un mostrador o mesa de oficina. O la actitud del varón que quiere humillar a la mujer con la misma prepotencia que ha alimentado su vida a lo largo del tiempo, y que en el fondo oculta es el complejo de no saber gestionar sus emociones y sentimientos. Esto es, lo esencial de para el comportamiento humano.

Pero la repulsión llega a extremos insospechados -que hasta yo me asusto a veces-, cuando en cualquier tipo de organizaciones sus presuntos profesionales de la materia tratan de infundir desprecio a quien se deja llevar por el poder que atribuye a su existencia. Cuando les concedemos una autoridad que suelen ganar o bien por el chantaje emocional, por el martilleo del discurso grandilocuente o al llevarse el gato al agua debido a la elevación de la voz por encima de los niveles aceptados. No me negarán que no son capaces de ponerles rostro a personas que intentan atormentar al respetable con cualquier acción reiterada hasta el extremo. Personas que necesitan engañarse continuamente con el convencimiento de que poseen la razón en todo lo que hacen, dicen o pretenden conseguir. Personas que, en el fondo y en la forma, tratan de ocultar su debilidad y vacío existenciales ocupando puestos visibles en sus lugares de trabajo o en las organizaciones de las que forman parte.

Gentileza / pixabay.com

En los ámbitos de la política, la economía, la enseñanza, el mundo de la empresa, la Administración pública o los negocios puros y duros proliferan quienes tratan de afianzarse frente al respetable desde esa hegemonía que esconde intereses distintos a los supuestamente defendidos. Esa soberbia de la que hacen gala les resulta a menudo suficiente para alcanzar sus objetivos. Y viven con ello, añadiendo capas a su persona, sin darse cuenta de que en realidad van desnudos como el rey que vivía rodeado de quienes lo adulaban sin contarle la verdad. Hasta que chocan con quienes no se dejan llevar por sus triquiñuelas. Quienes no aceptan el chantaje emocional o quienes no les confieren un poder que en realidad no tienen.  Vamos, que de política, de la de verdad, sé por lo menos yo igual que tú. Como de economía, de la real, la de la desigualdad. O de sobrevivir, que al fin y a la postre, todos somos expertos, o cuando menos, alumnos aventajados.

Virtudes públicas

Virtudes públicas

No termino de entender cómo Mariano Rajoy -y toda la bancada de su partido- se sentía satisfecho tras el debate de la moción de censura de esta semana. No puedo comprender que cualquier persona de bien no se sonroje al escuchar una a una las decenas de casos de corrupción política y económica en la que se encuentran implicados miembros de tu grupo político. O el estómago está preparado a fuerza de golpes de Almax o el cinismo ha calado tan profundamente en el interior que se ha diluido en las entrañas. Como tampoco la reacción de gran parte de la ciudadanía, que se mueve entre la tibieza, el restarle importancia o la complacencia. Desgraciadamente, muchas veces escudándose en el discurso del ‘todos son iguales’. (más…)

La pobreza se hereda

La pobreza se hereda

Tener hijos en España es un estigma. Es el principal factor de pobreza. Así como suena. Sin medias tintas. Sin complejos. Y si además naces en una familia pobre olvídate del impuesto de sucesiones y donaciones porque serás un niño o una niña pobre, un adolescente pobre, un joven pobre, un adulto pobre y un anciano pobre. Porque tus padres seguirán siendo pobres. La denominada Transmisión Intergeneracional de la Pobreza (TIP) es el fenómeno social que Cáritas ha puesto sobre la mesa de la realidad de este país, con el apoyo de los sucesivos informes de la Fundación Foessa. Verdaderos aldabonazos a la conciencia de todos, pero especialmente a quienes tienen responsabilidades en los ámbitos de la política (desde la local a la regional, nacional o europea) y la economía. (más…)

Trabajo digno, sociedad decente

Trabajo digno, sociedad decente

Han estallado. No han podido más. Jornaleros de Perichán, en Mazarrón, o empleados en El Raal, en el municipio de Murcia, han dicho estos últimos días que ya está bien. Que su dignidad está por los suelos por los bajos salarios, la inquietud de no saber cuándo dejarán de ser llamados para trabajar, y las condiciones en las que desarrollan su actividad. Y lo han hecho jugándose el tipo de verdad, con el riesgo de perder lo poco que tienen. Estos también son murcianos a los que tendrán que defender nuestro inexperto y designado presidente digital para que no sean menos que otros españoles. Sin embargo, su voz y su grito de justicia queda callada porque no cuentan. (más…)

¿Y tú de quién eres?

¿Y tú de quién eres?

El ambiente y los filtros de selección tienden a excluir en los partidos políticos a las personas con un perfil altruista, honesto, consistente e independiente

Confieso que estoy en un aprieto cuando alguien me pregunta por las primarias del PSOE. En especial si esgrimen esa mirada interrogante acerca del candidato al que apoyo y voy a votar. Y entonces carraspeo, tomo aire y trato de explicar lo que es difícilmente resumible en los 140 caracteres de un tuit. Porque lo fácil es responder que “soy de Pedro”, “soy de Susana” o “soy de Patxi”. O quizá como suele ser cada vez más habitual, “estoy contra Pedro”, “contra Susana” o, fíjate, Patxi es sensato y buena persona, pero hay que ir a por el voto útil. (más…)

Nos han dado gato por liebre

Nos han dado gato por liebre

Resulta que hace unas semanas contaba aquí el episodio de los condones vengadores, como rebautizó Ángel Montiel lo sucedido en los últimos tiempos a la vista de los acontecimientos protagonizados hace más de dos décadas por el entonces presidente del Consejo de la Juventud, Miguel Sánchez, y el flamante director general de la cosa juvenil, Pedro Antonio Sánchez. Éste intentó que el obispo Azagra reprendiese al otro Sánchez, como representante de grupos parroquiales en el Consejo por haber apoyado una campaña de prevención de embarazos no deseados con el reparto de preservativos. (más…)

Hasta que la muerte nos separe

Hasta que la muerte nos separe

Tengo que confesarlo: las lágrimas de Esperanza Aguirre por su sucesor Ignacio González me han conmovido. No me había recuperado aún de la confesión de Fernando López Miras tras su elección por el dedo de Pedro Antonio Sánchez (quien a su vez lo había sido por el dedo europeo de Ramón Luis) cuando llega esta Grande de España y, zas, echa por tierra de nuevo mi convalecencia. Lealtades y fidelidades varias que son o han sido premiadas en diferentes momentos encuentran su máxima expresión en hechos como los vividos en los últimos días. Lealtades y fidelidades que ya conocemos en el seno del PP con aquellos SMS de Rajoy a Bárcenas y demás gestos de cariño. ¡Ay, perdonen! Que esos son temas antiguos y no aportan nada nuevo. ¡Qué cabeza la mía! (más…)

Donde las dan, las toman

Donde las dan, las toman

Corría el año 1993 y el entonces arzobispo de Madrid, Ángel Suquía, finalizaba su segundo mandato al frente de la Conferencia Episcopal Española. Los obispos participaban en unos ejercicios espirituales previos a la Asamblea Plenaria en la que tenían que elegir a su nuevo presidente y entre ellos se encontraba un representante diplomático muy especial: el nuncio Mario Tragliaferri. Las crónicas de información religiosa del momento contaban que el candidato que Roma veía con mejores ojos para asumir la cabeza de ese órgano del episcopado español era el arzobispo de Barcelona, el valenciano Ricard María Carles. Y por él ‘hizo campaña’ el nuncio entre los pastores durante esos días con el fin de guiar su voto unas jornadas después. Pero llegó la sorpresa: el elegido fue Elías Yanes, a la sazón arzobispo de Zaragoza y representante del sector más progresista del episcopado. (más…)